El Mundo de "si"

Lo que sigue es un artículo publicado en la revista New Scientist el 10-7-99 sobre The Science of Discworld

"Un millón de copias vendidas" es una frase que calienta el corazón de cualquier escritor. Así que Terry Pratchett debe estár asándose con alegría: ha vendido 17 millones de libros basados en su universo de fantasía, el Mundodisco, donde las reglas de la magia dominan sobre la aburrida física.

En LA CIENCIA DEL MUNDODISCO, Pratchett forma equipo con el biólogo Jack Cohen y el matemático Ian Stewart, dos de los escritores científicos más conocidos de Inglaterra. Juntos, exploran lo que ocurre cuando un puñado de seres imaginarios con conocimientos mágicos descubren nuestra propia rama de la ciencia. ¡Increíble! New Scientist desafía a los autores a que se expliquen... 

Portada de Science of DiscworldHay un viejo dicho que afirma lo siguiente: si pides a un pez que describa cómo es el agua, lo más probable es que se quede sin palabras. 

Pide a un humano que describa su universo y, al menos, obtendrás una respuesta. Los científicos, en particular, darán explicaciones bien documentadas sobre los agujeros negros, la física de partículas, la tectónica de placas y la selección natural. Lo que estamos suponiendo es que somos lo bastante listos como para hacernos una idea de lo que estas cosas son en realidad... pero, ¿lo somos? ¿Qué les parecerían estos conceptos a seres que viven en un universo paralelo donde la materia obedece a principios muy diferentes? 

Está claro que es un buen experimento mental, pero no es fácil de organizar: ¿A dónde nos vamos para poder echar un vistazo? Por suerte, uno de nosotros -Terry Pratchett- ya tenía un destino creado, el universo del Mundodisco donde tienen lugar sus relatos de fantasía. 

Éste es un mundo donde verás a una tortuga gigante nadando por el espacio. Sobre su caparazón hay cuatro elefantes que sostien un mundo plano, habitado por humanos y no-tan-humanos. La Muerte galopa sobre un caballo llamado Binky, segando a los vencedores y los vencidos que luchan para sobrevivir en un mundo ricamente hostil. 

El tejido conectivo de este mundo, de todas formas, no es la ciencia sino la magia. El lugar de aprendizaje del Mundodisco es la Universidad Invisible, donde los jóvenes e inteligentes magos del Edificio de Magia de Altas Energías trastean con los fundamentos de la taumaturgia, y los magos más ancianos desearían que no lo hicieran. Aquí las teorías sobre el tiempo están en libros sobre brujas y zombis, y un bibliotecario pasa la vida como un orangután después de que se escapara demasiada magia de los grimorios atados a las estanterías de la biblioteca. 

En pocas palabras, no es un mal sitio para conseguir la visión de un extranjero sobre nuestro mundo. Como el Mundodisco no funciona científicamente, necesitábamos que los magos inventaran un mundo como el nuestro si queríamos que nos ayudaran. Así que se les ocurrió el Mundobola, una réplica apenas disimulada de nuestro propio universo. Obviamente, tenía que ser un mundo de ciencia-ficción... ¿Cómo podía ser otra cosa? Y sí, muchos científicos puristas miran con malos ojos a la ciencia ficción. Pero esa desconfianza no tiene fundamento. Después de todo, el tema central de la ciencia-ficción no es algo tan crudo como predecir el futuro, sino tratar con los "mundos de si". Una historia de ciencia-ficción es un experimento mental. ¿Qué ocurriría si este o aquel ingrediente increíble resultara ser real? 

Lo bueno del "si" es que no implica creencia. Los matemáticos hacen deducciones lógicas perfectas a partir de hipótesis falsas: ¿Qué ocurriría, por ejemplo, si hubiera un contraejemplo al Último Teorema de Fermat? Les resulta útil pensar de esta manera incluso si el resultado de este pensamiento es que no lo hay. De la misma manera, los fans de la ciencia-ficción no creen en las historias que leen sobre los extraterrestres en planetas lejanos más de lo que creen en que los OVNIs han aterrizado en éste. Lo que hacen es poner sus cerebros a trabajar para comprobar que la historia es fiel a la ciencia conocida excepto por un ingrediente añadido o dos, aquel robot humanoide o esta antigravedad. 

Cuando Larry Niven escribió el MundoAnillo, una historia sobre una estructura gigantesca en forma de anillo dando vueltas alrededor de una estrella, obtuvo todos los grandes premios de ciencia-ficción. No mucho después, de todas formas, fans que estudiaban en el Instituto Tecnológico de Massachussetts hicieron una manifestación en la Worldcon, una gran convención anual de ciencia-ficción, agitando pancartas que protestaban por un grave error científico. El error no era que el material increíblemente fuerte del que está hecho el MundoAnillo no existe... eso es un "y si" implícito al postular el MundoAnillo. No, el problema era que el MundoAnillo de Niven es dinámicamente inestable. Los estudiantes del ITM demostraron matemáticamente que, lentamente, se descentraría y se saldría de órbita. 

Aquí tenéis otro ejemplo. ¿Qué te debería decir un historiador realmente bueno sobre el asesinato de Abraham Lincoln? Un historiador medio citaría el asesino y la fecha. Un buen historiador te diría qué pistola utilizó el asesino. Pero un historiador excelente te diría lo que podría haber pasado si a Lincoln solamente le hubieran herido. 

Las preguntas de "¿y si...?" que plantea la ciencia-ficción exploran lo que los matemáticos podrían llamar el "espacio de fase" de las posibilidades no realizadas, que rodea a las cosas que realmente ocurren. Esos estudiantes del ITM se preocupaban de la estabilidad del MundoAnillo porque, como ingenieros y físicos, estaban habituados a preguntarse si una perturbación del sistema crecería o desaparecería. El concepto de estabilidad implica explorar la región del espacio de fase que yace cerca de un acontecimiento del mundo real. 

Pero, ¿qué pasa con nuestro experimento del Mundodisco? Para nuestra sorpresa, los hechiceros empezaron a tomar el control, llevando la historia en una dirección que se adaptara a sus propias preocupaciones y prejuicios, en lugar de los que los autores tenían en mente. Por ejemplo, cuando Rincewind el mago ve a los peces que tratan de salir a la superficie en el proyecto de Mundobola, le dan pena y los vuelve a tirar al mar. No se da cuenta de que están en pleno camino evolutivo para convertirse en animales terrestres. El hecho es que, si piensas que la evolución selecciona a los más aptos en un sentido absoluto, entonces el pez que se ahoga en la superficie no es apto y no debería sobrevivir. Pero en realidad la evolución selecciona la aptitud relativa: como el pez que boquea no tiene competidores serios, le irá bien. Rincewind no se da cuenta de esto, pero podemos utilizar su error para dramatizar un hecho científico válido. 

Para los habitantes del mágico Mundodisco, la ciencia de Mundobola (nuestra ciencia) no parece siempre tan extraña como se podría imaginar. Los magos, por ejemplo, se sienten bastante a gusto con la ingeniería genética, ya que piensan que se parece un poco al lanzamiento de un conjuro, en el sentido de que no siempre obtienes los resultados que predices (o quieres). 

Lo que sorprendió a los magos, de todas formas, fue ver a los golfistas del Mundobola sentirse orgullosos cuando conseguían un hoyo de un golpe. Les parecía que no estaba muy justificado, ya que no tenían en cuenta todas las veces que habían tratado de hacerlo sin éxito: prueba a tirar cientos de bolas de golf a cientos de hoyos y es probable que una entre por casualidad. En el Mundodisco, las posibilidades de uno contra un millón salen bien nueve de cada diez veces. Esto ocurre por imperativos narrativos: a menos que el héroe tenga éxito en su lucha contra lo imposible, no hay historia. En el Mundobola, lo que estaba mal no era la ley de la probabilidad, sino la percepción que la gente tenía de esa ley. 

A los magos les horrorizó averiguar que algunas colinas están hechas de animales muertas. Ese holocausto no nos conmueve (demasiados, demasiado pequeños, hace demasiado tiempo). También tenemos problemas para meter enormes cantidades de tiempo en nuestra mente. Pero los magos estaban viendo la Tierra en modo avance rápido: pueden sentir el tiempo geológico. A diferencia de nosotros, les apenaba realmente ver cuántas veces una especie que prometía desaparecía completamente por culpa de un cometa, asteroide, erupción de metano, edad de hielo, o lo que fuera. 

El Mundobola, como ellos dicen, es "un buen sitio para evolucionar, pero no querrías vivir allí". 

Nosotros pensamos ahora que, en cierto sentido, pueden tener razón.
 


Manu Viciano (trad.). La Concha de Gran A´Tuin 2000
                                                                              UAN. IX Edad del Sol