- Bien, bien, bien ¿Juventudes Noldor dicen ser? habrá que enseñarles unas cuantas cosas acerca de los Noldor y no precisamente en clase - Se terminó el café y volvió a su despacho para alivio del camarero que no estaba para sustos después de sufrir a la tuna. Dejó el montón de papeles que llevaba en cualquier sitio y cogiendo un cuchillo de hermosa factura enana clavó el manifiesto de las JJNN en la puerta. Se puso a rebuscar entre el desorden del escritorio. - Lo dejé por aqui, se que no he podido perderlo... ¿pero quien balrogs amontona toda esta basura en mi mesa? - murmuraba -¡Ajá! aqui lo tengo - levantó un papel algo arrugado donde se podía leer en apretada caligrafía feanoriana "Tomar unas copas con los compañeros de la EGB" y debajo la dirección de la sede de los Eméritos de las Guerras de Beleriand.

- Biennnn, a ver si hay suerte y puedo localizar a unos cuantos de la vieja guardia, siempre que el Feanorinho del Año no les haya mandado en otra de sus "misiones informativas" - Aun tenía que haber en activo algunos de sus conocidos y amigos Noldor. En dos zancadas o así se plantó en las oficinas de las EGB y la atendió una hobitta de esas de mirada tiesa tras las gafas de concha.

- ¿En que puedo atenderle "caballero"? - le dijo con voz chillona

- Buenas tardes señorita, me gustaría que me diera la dirección o alguna otra manera de contactar con los miembros de la EGB -

- ¿Es usted miembro o tiene alguna credencial de la Autoridad ya sea local o estatal -

- Euhhhhhh, sí.. creo... - dijo el profesor Nolendur buscando entre los papeles que abarrotaban sus bolsillos, no daba con la maldita carta que le habían enviado hacía meses la directiva de la EGB con su nombramiento pero estaba seguro de que la tenía por algun sito - O sea, quiero decir que soy miembro solo que en este momento no encuentro... -

- Si no tiene su acreditación creo que no podré atenderle - le comunicó con una voz llena de retintín la secretaria.

- Bueno, puede mirar en sus archivos, debo de estar por algun lado. Nolendur Olorion de la Casa de Feanor y Profesor en activo de la UAN -

- Me temo que ese no es procedimiento habitual - informó la pequeña hobbit que poco a poco iba tomando aspecto de semialgo a los ojos del profesor.

- Hmmmmm, bueno, seguro que podría hacer una excepción ¿no? - le dijo esbozando su mejor sonrisa.

- No - Le respondío con una mueca llena de dientes afilados como cuchillos.

- Mire señorita, llevo algo de prisa y todo esto no es mas que un malentendido, en algun lado tengo esa acreditación y .... -

- Sin acreditación no hay nada que hacer, vuelva usted otro día -

- No voy a pasarme hasta la Dagorath buscando esa nota ya le digo que es un asunto urgente -

- Mire ... "caballero" no puedo estar aqui para atender a cualquier elfito que llegue presumiendo de tener miles de años de edad y tratando de colarse en nuestra asociación -

- ¿¿¿Elfito??? ¡¡Niña que yo estuve en la Nirnaeth!! - Gritó el profesor Nolendur empezando a perder los nervios - ¡¡Y en Alqualonde también por si le interesa!! - añadió poniendo la Cara Oficial de Feanoriano Asesino de Hermanos y Traidor a Sus Amigos (tm).

- Por mi como si estuvo de veraneo en Mordor - le dijo la secretaria sin alterarse lo mas mínimo

Mientras decidía si arrojaba por la ventana el escritorio con hobbita incluida y murmuraba para sus adentros "Maglor tenía razón debimos haberlos exterminado cuando tuvimos ocasión" entró por la puerta un fornido Noldo con alegres ropas veraniegas y sonrisa explendorosa.

- ¡¡Nolendur camarada!! ¡¡Cuanto tiempo sin vernos!! - El profesor se giró sorprendido y se le iluminó la cara cuando vio ante el a Calmacil, uno de los mejores guerreros de Fingon en los años de antaño.

- Ahhh, Calmacil amigo mío, menos mal -

- ¿Que tal va ese estudio tuyo de las posadas de Arda que estabas haciendo? -

- Hmmm, bueno, ya sabes aquello... -

- Si, si, ya imagino, era una excelente excusa, lástima que no se me ocurriera a mi. Buenos días Lobe - le dijo a la hobbita de la recepción que le respondió con una sonrisa casi amable - Pero, pasa Elda, pasa y cuentame que ha sido de tu vida -

 

Esa misma noche en uno de los reservados de una taberna de dudosa reputación en Armenelos se reunía un grupo de diez figuras embozadas y misteriosas. Todos eran muy altos y el brillo de los ojos parecía salir de dentro de las capuchas como si llevaran faros antiniebla, un tintineo metálico sobana de vez en cuando debajo de las capas de algunos, no parecían un buen grupo con el que empezar una pelea.

- Bien -dijo una voz grave y seria-, estamos aqui reunidos... -

- ¿Nadie ha pedido las bebidas? - Salto otra no menos grave y seria

- Siii, ya están pedidas, ¿Como no voy a pedir? -

- Bueno, como iba diciendo, es asunto grave el que aqui... - continuo la primera voz.

- HhhhMmmmmm ¿Y que has pedido? -

- ¿Como que que he pedido? ¡¡Pues cerveza, Rebalrogs!!-

- Yo quiero mejor Hidromiel la cerveza me da muchos gases - dijo otro

- Para mi preferiría algo de vino de Dorwinion -

El Profesor Nolendur, suspiró mientras se quitaba la capucha - Bien, vale, iré a pedir mas cosas, a ver, ¿que quereis? - Mentalmente repetía el viejo dicho de Beleriand que decía "Junta a tres Noldor y tendrás cuatro opiniones".

Un rato después todos mas relajados sin capas ni capuchas y con algo de beber en la mano se veía un círculo de rostros élficos, un buen observador se hubiera dado cuenta que todos estaban curtidos por los años pasados en Arda pero aun mantenían las ganas de seguir alli en lugar de en el Oeste.

- Bien, o sea que vamos a darles unos azotes a esos niñatos de las JJNN ¿No es eso? - preguntó uno de los Eldar

- Hmmmm, bueno, son niñatos pero en el fondo sus ideas... - Respondió otro dudando

- ¿Pero que ideas? ¡Si no son mas que unos idiotas con aires de grandeza! ¡¡Todo eso del Feanorianismo esta ya mas que muerto!! - afirmó Calmacil con serena convicción. Un par de rostros se tensaron e incluso el mismo Nolendur carraspeó un poco y dijo:

- hmmm, a ver, esto ya lo hemos discutido muchas veces y siempre acabamos igual... -

- Borrachos - apuntó otro. Eso desató unas cuantas risas que disolvieron la tensión en la mesa


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