¿Quienes eran los protagonistas de la historia anterior y de esta? Descubre a la mayoría de ellos en los Habituales de #tierra_media 

 

Anexo: Paisaje después de la Batalla (por Balsadera Retuerce)

 

              Allá, en los asépticos laboratorios del Vinyatech y en los profundos subterráneos de la Corporación Microft, ejércitos enteros de batas blancas rasgan y desmenuzan la estructura misma de la realidad. Cientos de gigabytes y millones de kilovatios alimentan colosales maquinarias que buscan modificar el orden de la continuidad y hallar el último secreto que las Edades Antiguas se llevaron consigo: el viaje en el tiempo, el Camino Perdido.

 

            Aquí, bajo el crepúsculo que tiñe de rojo el polvo ancestral levantado por picos, palas y pinceles, el sentido de los años y los siglos se invierte de forma más artesanal pero efectiva (1)

 

            Cae el sol. Sobre las colinas y montículos siluetas al atardecer se yerguen y se agachan una y otra vez cavando y picando. Se escucha una rítmica cantinela que acompaña la música del metal contra la piedra.

 

            Y mientras, bajo un amplio entoldado sostenido por unos cuantos palos, se van acumulando los hallazgos que sobrecargan las mesas de trabajo. Se hace necesario anotar, numerar, clasificar y catalogar todo lo que se encuentra.

 

            --...nº 455: espada Númenóreana,  nº 456: cota de malla Naugrim, nº 457: malla de ballet Sinda, 458: ballesta Númenóreana, nº 459 yelmo Noldo...

 

A medida que las zanjas se ensanchan estrato tras estrato, las colinas dan paso en el imaginario de los croquis y los planos a llanos y hondonadas. Una edad del Sol lleva a la anterior, el risco se convierte en la desembocadura de un río, la planicie desecada se transforma en pradera y bosque. Los ejércitos se levantan y bajo las aguas evaporadas el lodo seco guarda su versión de la historia.

 

            --...nº 464: brazalete orco, nº 465: arcabuz de mecha Númenóreano, nº 466: botas de hierro Khazad, nº 467: mosquete de chispa Númenóreano....

 

            --Snob --llama alguien.

 

            ---...nº 470: subfusil-ametr...

 

            --¡Snob! -Balsadera Retuerce reclama la atención de su ayudante desde lo alto de una colina rodeada de andamiajes. El medio hobbit sale del almacén entoldado-. Deja la clasificación de muestras para otro momento. Acabamos de dar con algo importante.

 

            Snob sube hasta donde se encuentra el arqueólogo jefe de la excavación esquivando andamiajes y carretillas. Cuando llega al lado de Balsadera este se encuentra está junto a un grupo de alumnos de la UAN, y sostiene entre las manos uno de los últimos restos desenterrados que analiza detenidamente:

 

            --Hummm, se trata de un cráneo limpiamente separado de la columna vertebral mediante un objeto afilado y metálico..., la morfología facial evidencia que su propietario era chato y de cejas prominentes y abultadas...; tenía además una mandíbula fuerte y una dentadura dotada de colmillos agudos y algo retorcidos... con una..., tres..., cuatro caries. No cabe duda: esta es la cabeza del rey Azog.

 

            --¿Solo con observar sus características físicas ha podido identificarlo? - se asombra uno de los estudiantes de primer curso.

 

            --Por eso y porque alguien grabó a cuchillo su nombre con caracteres feanorianos sobre el occipital - responde el profesor, y señala las muescas de cuatro centímetros de largo hechas sobre el hueso. Lanzándole la órquica testa al alumno más cercano, quien la atrapa con ambas manos antes de que caiga al suelo, se dirige al grupo en general y también a Snob:

 

            --Bien, no cabe duda de que nos encontramos en el epicentro mismo de la Batalla Épica. Aquí se batieron el cobre todas las fuerzas beligerantes de Beleriand y la Tierra Media, y aun de la sumergida Númenor y la volatilizada Aman: desde los Valar, Morgoth y los Altos Reyes Elfo hasta el último mono venido de Harad, todo el que pudo sostener una piedra se dejó los huesos en este lugar... o se los hizo dejar a otros. Lo que se dice una autentica carnicería.

 

            "Y una buena ocasión para vosotros de hacer prácticas de arqueología. Distribuíos por equipos en los cuadrantes demarcados y poned en practica las lecciones aprendidas. Ah, y el que encuentre el omoplato de un balrog recibirá nota extra.

 

            "A ver si podemos saber de una vez si tenían o no alas.

 

            Balsadera observa a su alumnado alejarse y se vuelve luego hacia el ayudante Snob: --Ven conmigo - le dice -. He mandado a los estudiantes a las áreas más alejadas de esta colina porque necesito investigar con discreción

 

            --¿Pero qué es lo que se ha encontrado, jefe? - inquiere Snob.

 

            --Una tumba. Y muy peculiar por cierto. Toda la colina es un enorme túmulo. Abrimos la entrada aquí arriba, esta mañana, pero nadie la ha traspasado todavía - los dos van caminando hacia una acumulación de rocas, pero Balsadera se detiene un instante para dirigirse a un par de estudiantes que se han demorado por allí cargando sus palas y piquetas: "Inshí, inshí ", les dice (2). Finalmente llegan hasta donde se amontonan las piedras que disimulan la entrada. Tras ella una lona cubre un agujero rectangular.

 

            --Aquí está la entrada - señala Balsadera - y aquí esta el Profesor Retuerce... - señala a un individuo canoso que sostiene una pipa en la boca, junto a la entrada. Balsadera se interrumpe y vuelve a comenzar- Aquí está la entrada del túmulo que abrimos esta mañana y aquí está Catedrático de Arqueología Fantástica de la UAN que se supone que debería estar en su cátedra. ¡Balrogs! ¡Papa Que estas haciendo aquí!

 

            --Bueno, me estaba aburriendo yo solo en Ciudad Númenor, así que me dije "voy a ver como le va a mi hijo favorito".

           

            --¡Soy tu único hijo! Y además ¿es que siempre tienes que andar encima de mi?

 

            --Bueno, como esta investigación parecía tan importante y ha movilizado tantos recursos se me ocurrió que podríais necesitar un mano...

 

            --¡Una mano! Pero si no has dejado de manosear el proyecto de esta excavación desde que se le propusiste al Rectorado. Tu organizaste los planes,  la delimitación del terreno y el cartografiado ¡Pero  quedamos en que yo sería el director de la campaña y tu solo vendrías cuando te llamásemos.

 

            El Profesor Retuerce se muestra indignado y dice:

 

            --Pues bien. En vista de que mi ayuda no es apreciada me iré por donde he venido.

 

            --Perfecto.

 

            --Bien.

 

            --Estupendo.

 

            --Pues ya esta.

 

            Pasa un minuto, pasan dos. El Profesor sigue plantado junto a la boca del túmulo y Balsadera no se mueve. Snob se distrae cargando el peso del cuerpo en la pierna izquierda y luego en la derecha (3).

 

            --¡Oh, esta bien! puedes venir con nosotros - proclama finalmente Balsadera, quien se acerca a la entrada y destapa la lona que la cubre.

 

            --Excelente - el Profesor Retuerce se echa a un lado -. Tu primero, Júnior.

 

* * * 

              Con precaución, el experimentado arqueólogo desciende peldaño a peldaño por la escalera de mano previamente colocada. Al poner los pies en el suelo, Balsadera observa a su alrededor a través de la penumbra: carcasas y osamentas antropomórficas yacen esparcidas por doquier. El joven Retuerce coge una larga tibia que encuentra junto a él y la envuelve con los harapos que visten a otro esqueleto. A continuación saca su encendedor del bolsillo de la cazadora y vierte algunas gotas de gasolina sobre el trozo de tela. Tras ello enciende el mechero y aplica la llama a la antorcha. Un débil circulo de una luz tan vieja como aquella tumba delimita la visión alrededor del arqueólogo. De repente, ésta luz se apaga. O mejor dicho, es tragada por otra luz infinitamente más brillante, esa clase de luz arrogante que mira a la oscuridad por encima del hombro y mete codazos y pisotones para destacar sobre otras luces de menor status como las de la intimidad luminosa de las velas o las del resplandor hogareño de una chimenea.

 

            --Hay que ver lo que iluminan estas lamparas de 500 vatios con un par de alcalinas, ¿eh, jefe?, - dice Snob desde la entrada de la tumba -. También he traído otra para usted.

 

            --Me alegra que pienses en mi, Snob, ¡pero haz el favor de no enfocarme directamente a los ojos!

 

            --Oh, lo siento. ¡Caramba! ¿Y ese palitroque llameante para que sirve?

 

            --Para nada - responde Balsadera tirando la antorcha -. Veamos que hay por aquí.

 

            --¡Que habéis encontrado! - grita impaciente desde fuera el viejo Retuerce.

 

            --¡Todavía nada! - le responde su hijo. Snob y él barren con los focos las paredes y el suelo a medida que se van internando en el recinto. De repente, los dos haces de luz hacen destacar los perfiles de un gran objeto. Sin volverse grita hacia la lejana salida al exterior:

 

            --¡Eh! ¡Aquí hay algo!

 

            --Caramba, es un catafalco de piedra sellado - aprecia el viejo Retuerce junto al hombro izquierdo, y un poco detrás de Balsadera, el cual pega un enorme salto y se agarra la camisa a la altura del corazón.

 

            --¿Como has...? ¿Cuando...? ¡No vuelvas a hacer eso!

 

            --¿El que, Júnior?

 

            --¡Y no me llames Júnior!

 

            Sin tener en cuenta los reproches del joven Retuerce el Profesor se acerca al pie de la tumba levantada sobre una base de piedra negra. En ella hay grabada una sola frase.

 

            --"Aquí yace T" - lee el viejo Retuerce. Sobre la base se encontraba un recipiente rectangular y tosco, que parecía tallado a cabezazos. La piedra colocada encima estaba parcialmente recubierta de más signos trazados con mucha prisa y mala mano.

 

            --Veamos... acerca la lampara a la inscripción, Júnior - pide el Profesor mientras se ajusta sus gafas -. Esto me llevará algún tiempo...

 

            --Me pregunto que personaje es el que descansa ahí adentro - se interroga Balsadera sosteniendo la lámpara -. ¿Thingol?, no seguro que no... ¿Que es lo que estas haciendo, Snob?  

--Tomo una muestra de tierra para analizar en el laboratorio - dice su ayudante arrodillado ante la tumba mientras escarba en el piso terroso con una espátula.

 

            Balsadera vuelve entonces a su disquisición: "Y tampoco pueden ser Tirithel o Tar-Palantir. Tal vez pudiera tratarse... Oye, Snob, ¿no te parece que ya tienes tierra de sobra?

 

            --Es para mayor seguridad. Ya se sabe, la datación con el C14 y todo eso.

 

            --¡Eso se usa con la materia orgánica! ¡Y desde cuando las muestras para análisis se guardan en un montón de cajitas de madera lacada con una inscripción que ponga "Recuerdo de la Batalla Épica"!

 

            --Los tiempos son duros, jefe. Y el sueldo de Doctor Ayudante no es compatible con el coste de la vida.

 

            --¡Será posible! - iba a continuar, pero entonces el Profesor Retuerce alza la voz.

 

            --Dejad de perder el tiempo vosotros dos. Acabo de descifrar la inscripción. Escuchad lo que dice:

 

OH VOSOTROS QUE LEÉIS ESTO NO PROFANÉIS EL SUEÑO ETERNO DE T NI INJURIES EL NOMBRE DE T NI OSÉIS IMITAR T PORQUE T ES EL ÚNICO... [cortado]  Y AQUELLOS IMPÍOS QUE OSEN DESPERTAR A T SUFRIRÁN  EN SU PROPIAS CARNES LA... [cortado] ABANDONAD ESTE LUGAR AHORA QUE ESTÁIS A TIEMPO O AFRONTAD LAS CONSECUENCIAS PUES LA VENGANZA DE T ES MUCHA Y SU BRAZO ES LARGO Y EL CASTIGO  DE T POR VUESTRA INSOLENCIA SERÁ EL [cortado]...y el resto se ha borrado.

 

            --Me pregunto que es lo que significa.

 

            --Esta clarísimo - proclama con suficiencia el viejo Retuerce guardando sus anteojos -. Se trata de un claro alegato contra la absurda manipulación de la creación de JotaErreTé. ¡Una advertencia contra aquellos que remueven tumbas ajenas - al oír esto a Snob se le caen varias cajitas al suelo- para suplir mediante el plagio y la copia, llamada eufemísticamente "homenaje", su propia carencia de originalidad. No perdamos mas el tiempo aquí y vayámonos, este lugar está maldito.

 

            --Ya, claro - Balsadera sopesa en silencio unos instantes aquel comentario. O al menos hace como que se lo esta pensando, porque a continuación extiende la mano abierta hacia su ayudante: - Snob, la palanqueta.

 

            --¿Qué vas a hacer? - pregunta el viejo Retuerce.

 

            --Para saber si el melón esta maduro hay que abrirlo para ver su interior. Es la primera regla de la arqueología en estos casos.

 

            --¡Que regla mas estúpida!

 

            --Me la enseñaste tu cuando me llevaste a mi primera excavación en los Quebradas de Tyrn Gorthad. Y ahora, vamos a abrir el melón. - Balsadera encaja la pieza de acero en la juntura de la losa con la tumba, y con un empujón hacia abajo hace presión para separar ambas.

 

            Se escucha el ruido de la piedra al deslizarse. A continuación la losa cae. Tres cabezas se juntan y un foco ilumina el interior y su contenido.

 

            -- ¡Balrogs! ¡Es él!

 

            --¿En serio? No imaginaba que fuera... er, ... es decir... "así".

 

            --¡Increíble! Después de tanto tiempo su cuerpo se conserva totalmente incorrupto.

 

            Sin embargo había una cosa que ni el Profesor Retuerce, ni Balsadera ni Snob comprenden demasiado bien.

 

            --Emmm... ¿Hay algún pasaje de la biografía de Carpenter que mencione si JotaErreTé tenia una antena en la cabeza?

 

            Mientras Balsadera mira a Snob y éste al viejo Retuerce, T abre sus grandes ojos y los mira a todos:

 

            --¡Hoas!

 

            --¡Argggggggggggggggghhhhhhhhhhhhhhhhhhh! ¡Esta vivo! - gritan los tres a la vez.

 

            Como accionado por un muelle, la ancestral criatura yacente durante milenios se incorpora en su ataúd y extiende sus peludas, pelosas, amorosas, extremidades en un gesto universal de ñoñería incontenida, dirigiéndose al mundo en general, y a los tres representantes mas cercanos de dicho mundo en particular:

 

            --¡Abazo!

 

            --¡Huyamos! - una lámpara cae al suelo. Ahora es la oscuridad la que le da unos golpecitos en el hombro a la luz para recordarle ciertas cuentas pendientes. En un revuelo de gritos y carreras a tientas para hallar la salida, Balsadera tropieza varias veces y choca contra las paredes hasta dar al fin con la escalera. Sube por los peldaños como puede y llega al exterior, ya en plena noche. Tomando aire acerca la cabeza otra vez hacia la entrada del túmulo.

 

            --¡Snob, papá!

 

            --¿Si? -Balsadera esta vez no tiene fuerzas para saltar cuando oye la voz interrogante y a la vez indiferente del viejo Retuerce unos centímetros detrás de él, pero se lleva de nuevo la mano la corazón y resopla.

 

            --¡No hagas eso!

 

            --¿El qué, Júnior?

 

            --¡Y no me llames Júnior! ¿Donde esta Snob? -el joven Retuerce mira hacia todos lados y luego grita hacia el interior del túmulo- ¡Snob! ¡Snobooob!

 

            Ni un ruido.

 

            --Creo que "eso" lo ha atrapado. Pobre Snob, que forma más horrible ha tenido de perecer.

 

            Balsadera se quita el sombrero:

 

            --Ha sido el mejor ayudante que he tenido. De hecho, es el único ayudante que he tenido.

 

            --No somos nada.

 

            Una voz bastante malhumorada llega como un eco desde las profundidades:

 

            --¡Eh! ¡¿Os importaría no celebrar mi funeral antes de tiempo y sacarme de aquí?! ¡Tengo a esta cosa pegada al cuello como si fuera una lapa! ¡Que alguien me lo quite de encima! -Entremezclado con sus quejas se oye una y otra vez "Tinky Winky quere mucho ayudate medohobit".

 

            --Snob está en apuros. ¡Vamos al rescate!

 

            --Por supuesto - dice el Profesor Retuerce -. Tú primero, Júnior.

 

  * * *

            El experimentado arqueólogo aterriza a gachas sobre el suelo y repta con precaución hacia el origen de la llamada. De repente observa un bulto entre las sombras, delante suya, y sin pensárselo dos veces se abalanza sobre él y empieza a golpearlo a puñetazos.

 

            --¡Ya te tengo, maldito bastardo! Voy a hacerme un  látigo nuevo con tu pellejo. ¡Toma esto, y esto!

 

            --¡Jefe, que me esta dando a mi! ¡Ouch!

 

  * * *

 

            Finalmente el espécimen de teletubbie fue reducido. Resulto sencillo, una vez que el Profesor Retuerce se dignó a colaborar bajando de nuevo las escaleras. Traía del equipo del campamento un martillo y una caja de clavos de la talla siete, con los cuales clavaron entre todos a aquel aborto de peluche contra una pared del túmulo. Con los brazos extendidos, para que así no pudiese rodear con ellos a nadie.

 

            --¡Bichejo espantoso! - dice asqueado Snob- Me ha llenado de babas.

 

            Balsadera se acerca a Tinky Wynky, quien mecánicamente trata una y otra vez de seguir sus instintos que le impulsan a abrazar y estrujar amorosamente a todo lo que se mueva. El arqueólogo se fija entonces en un bulto que le sobresale de la panza al engendro mimoso.

 

            --Mirad tiene una bolsa en el estomago. Y contiene algo parecido a pergaminos escritos.

 

            Balsadera extrae un grueso fajo de documentos arrugados y los examina con detenimiento uno tras otro. A medida que pasa las páginas su asombro va en aumento.

 

            --¡Pero si son los papeles originales de la Batalla Épica! El testimonio directo de los acontecimientos. El hecho en sí. Todos los nombres, todos los lugares... ¡Esto sí que es un hallazgo!

 

            --¡Increíble, increíble! - el Profesor Retuerce le arrebata a su hijo los papeles y se admira a su vez -. ¡Que historia, que caracteres, que emoción, que aventura, que Épica! El Bien y el Mal enzarzados en una gran batalla digna de la Dagor Dagorath. Sin moralina relativista ni oscurantismo barato, solo acción pura y dura. Y ni siquiera hay que preocuparse por si se ajusta al canon tolkieniano. Sencilla y descaradamente no lo hace,  y crea su propia dimensión, que enlaza directamente con caracteres y personalidades extraídas de la Saga Realidad. ¡Magnifico!

 

            --Yo también quiero verlo. ¡Oh!, portentoso - Snob se arrima al viejo Profesor y extiende el cuello para llegar desde su corta altura de medio hobbit hasta el brazo que sostiene los textos: "y allí, como una bruma que viene del océano, pues blancas como la niebla eran las naves y las velas, vieron la mayor flota jamas reunida.  Pues los Ejército de Númenor habían llegado. Y en verdad tan numerosa era la flota que apenas el agua del mar se veía y antes de que Melkor supiese bien que sucedía ya en tierra había varios miles de Dunedain"- .¡Que gran historia podría contarse con este material!

 

            --Pero si ya esta relatada, Snob.

 

            --No, no. Si no me refiero a una historia escrita...

   

 

 

 

 

 

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(1) Existen, por supuesto, métodos más comunes y al alcance de cualquiera para viajar en el tiempo. El tren de cercanías que une las estaciones de Atocha y Las Margaritas, por ejemplo. Por el módico precio de un billete sencillo un convoy que sale del primer punto a las 7:30 y alcanza su destino a las 7:45 circulando a 100 kms/h, empleará en el trayecto unos 54 minutos. Los técnicos de RENFE, tras profundas y costosas investigaciones, han hecho pública la tesis de que existe un Área de Dilatación Temporal (o ADT) ubicada entre ambas estaciones que es capaz de duplicar, o incluso triplicar, la duración normal de un segundo. Mientras tanto, el reloj de la estación de Las Margaritas continua sin ser reparado. Volver

 

(2) En Khand-Harad, literalmente: "Moved vuestros culos y empezad a cavar, o vuestras becas de colaboración van a durar menos que una empanada en una merienda de hobbits". Volver

 

(3) Una saludable distracción que ha permitido a generaciones de pacientes personas encontrar un sentido a su existencia durante las largas horas de espera. También un enigma para los especialistas en medicina ósea, que aún se interrogan como se desgastan las rotulas tan rápidamente. Volver  

 

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UAN, IX Edad