Sexo y Violencia en la Tierra Media

Este mail va de sexo y violencia.

Resulta que en la Tierra Media hay (entre otras cosas, como pueden ser las regaderas en La Comarca o los bonitos petardos de Valle) sexo y violencia.

Hay sexo, porque existen seres sexuados.Y hay violencia, porque hay animales. Y donde hay animales, hay violencia.

La naturaleza (¡qué casualidad!) ha ordenado el sexo y la violencia en las especies animales. Los animales ejercen ambas pulsiones naturales dentro de un orden "instintivo" (¡qué casualidad otra vez; cuántos órdenes casuales y maravillosos!). Así, los animales tienen un periodo de celo, y toda su sexualidad obedece a ritos de cortejo, a protocolos, más o menos elaborados. 

Los animales también ejercen la violencia, como queda archidemostrado y archidocumentado en los trabajos de la gran figura de la etología moderna, Konrad Lorenz. Es natural. Creo que podemos decir que suele ser violencia sin odio (y es que violencia no implica odio). Los ciervos machos se pelean por la hembra en combates ritualizados. Los gorilas, los lobos, se pelean por dirigir la manada en combates que casi nunca acaban con la muerte del rival: éste suele rendirse (el lobo que se rinde ofrece su cuello al vencedor, esto le basta al nuevo jefe, que no necesita matar al vencido). 

Nosotros llamamos a esta violencia que no busca dañar "deporte". La hemos ritualizado, con reglas y normas, y nadie duda de que es bueno para mente y cuerpo, para el espíritu (cuando se siguen las reglas y no se contamina el deporte de otros factores extradeportivos). El ejemplo más radical de violencia sin odio, de guerra ritualizada sin maldad, llena de espiritualidad y búsqueda de lo elevado son las artes marciales, si se enseñan bien. Aquí se impone el concepto de Gandalf: el conocimiento debe ir acompañado de sabiduría. Conocer las técnicas de lucha del kárate debe ir acompañada de una sabiduria -moral, ¡por supuesto!- de cuándo y cómo usarlas.

Sexo y violencia son dos actividades naturales, propias de los animales. Y los animales "han elaborado" normas para gestionar este sexo y esta violencia (¿las votaron?, ¿las debatieron en una lista de correo?, ¿las aprenden en la escuela, las enseñan los padres a los hijos?, ¿es ese misterio que llamamos "instinto" por llamarlo de alguna forma aunque no explica nada?).

Pues bien, los Hombres (y los Elfos y los Enanos) también tienen sexo y violencia. Es parte de su naturaleza. Y si creemos que lo natural es bueno, entonces creeremos que sexo y violencia son buenos.

Pero ojo: sexo y violencia controlados. Igual que los animales. Ordenados.

Lo que pasa es que los Hijos de Ilúvatar (Enanos incluidos, son adoptados) no tienen (o casi no les queda) ese misterioso instinto. Tienen otro don misterioso: "raciocinio", y otro más miesterioso aún, "libertad" (al menos los hombres). Pero siguen siendo animales.

Así que los seres racionales deciden gestionar el sexo y la violencia usando su razón. Ambas cosas son buenas y naturales... en ciertas condiciones (y malas y perjudiciales en otras). Pero así como los animales se han puesto de acuerdo (misteriosamente) en cómo debe ejercerse sexo y violencia, los racionales intentamos ser muy originales, y cada generación decidimos reinventarlo todo desde cero y olvidar lo pasado. Vamos, que no nos ponemos de acuerdo. [Si añadimos los intereses económicos de la industria del látex, la cosa se desnaturaliza más todavía].

¿Cómo se gestiona el sexo y la violencia en la Tierra Media? ¿Quién ha establecido el modelo de gestión de ambas pulsiones naturales?

La Tierra Media que leemos se parece bastante a la Edad Media en su gestión de sexo y violencia. Los medievales, nos recuerda C.S.Lewis en "La Imagen del Mundo" (Ed. Península, no me canso de recomendarlo), fueron unos incansables sistematizadores. Y por supuesto se aplicaron en sistematizar, reglamentar, ordenar, ritualizar con miles de detalles las dos grandes pulsiones animales: el sexo (inventaron el amor cortés, exagerados ellos) y la
violencia (las normas de caballería, las normas de la guerra justa, las treguas de Dios, etc...). No está mal, para ser unos tiempos duros, asediados por pueblos que gestionaban el sexo y la violencia de maneras mucho más brutales. En la práctica, se aplicó como buenamente se pudo.

Así vemos la Tierra Media: hay una corriente cultural común, la herencia numenóreana y la cultura élfica que han implantado unos valores en los Pueblos Libres muy parecidos a los de la Edad Media. El sexo y la violencia se gestionan de manera similar. Incluso diríamos que se gestionan mejor: Elfos y Dúnedain son en la práctica más sabios que nuestros medievales y cumplen los ideales mucho mejor que nuestros antepasados. No hay que desdeñar por otra parte que la relación cuerpo-alma de los Elfos es distinta a la de los Hombres, y que un Elfo controla sus pulsiones sexuales (y algunas otras, aunque aparentemente no las violentas) con mucha más facilidad que un Hombre.

Así podemos ver que en la Tierra Media hay mucho sexo y mucha violencia, pero gestionados mediante la cultura, mediante la voluntad, en fin, mediante la civilización. Una civilización que conoce (y acepta) la naturaleza de sus integrantes. 

Pablo Azaghâl
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