EXCURSIÓN
AL MONTE TARAS
-"Llegado
el momento, era difícil intimidarlos o matarlos; y esa afición
incansable que mostraban por las cosas buenas tenía quizás
una razón: podían renunciar del todo a ellas cuando era
necesario y lograban sobrevivir así a los rigores de la adversidad,
asombrando a aquellos que no los conocían y que no veían
en ellos más allá de aquellas barrigas y aquellas caras
regordetas. Aunque se..."
-¡Pero
bueno, Bergil! -cortó Lirno, cansado de la perorata de su compañero-
¿Qué se supone que estás mascullando?
-Uy,
perdona, Lirno... -respondió Bergil- Estaba repasando un párrafo
del libro de Hobbitología, porque nada más volver de vacaciones
tenemos examen con Ganapié, y...
-¡Alabado
sea Manwe! ¿Pero no puedes dejar de pensar en el estudio ni por
un momento? -le replicó Lirno, frunciendo el ceño- ¡Guarda
el esfuerzo para la subida, que cuando volvamos a Númenor ya
tendrás tiempo para estudiar!
-Bien,
bien... perdona -admitió cabizbajo Bergil, y se ciñó
mejor las cinchas de su mochila. El amanecer había descubierto
un cielo cubierto de nubes, pero aún no había comenzado
a llover; y la fresca brisa del Norte hacía de ese día
un momento idoneo para acometer la subida al monte que los dos compañeros
tenían ante sí.
-Además...
-dijo Lirno, sin levantar los ojos del camino- ese párrafo que
decías es totalmente ridículo. Los hobbits son de todo
menos resistentes y aguerridos. Son gente fofa, débil y sin el
más mínimo carácter. ¡Mira sino a Bolco ahí
abajo! -y señaló un punto, muy abajo en la ladera, en
el que parecía distinguirse la figura de un montañero
avanzando penosamente por el camino hacia la cumbre- ¿Qué
te parece? ¡Ni siquiera hemos ido a un ritmo muy rápido,
y mira dónde le hemos dejado ya!
-Tienes
toda la razón... A este paso, no sé si hará cima
siquiera... De todos modos, ¿qué te parece si le esperamos
sentados bajo aquel árbol? Total, vamos bien de tiempo...
-Vale,
vale. Bufff -resopló Lirno, apoyando su espalda contra el árbol
que se erguía solitario al lado del camino-. Pesadez de mediano...
¿quién nos mandó traerle con nosotros?
-Bueno,
es un miembro del GAMUNO ("Grupo de Alpinismo y Montaña
de la Universidad de Numenor Oeste"), como nosotros...
-Ya,
ya... pero en fin... ¿para qué se apuntarán si
no saben andar? Mira, ya me he cansado de esperar; vamos a llamarle.
Saca el palantalkie, anda.
-Toma
-Bergil sacó el aparato de comunicaciones y se lo alargó
a su compañero.
-A
ver... Bolco, me oyes?? ¿Cuándo pretendes llegar arriba,
eh? A ver si... ¿Bolco? ¿¿Pero me oyes, Bolco??
¡Ya está...! ¡BOOOOLCOOOOOOO!
-¿¿Qué
Balrogs os pasa?? -dijo de pronto Bolco, asomando la cabeza de detrás
del árbol en el que Lirno se asomaba, y haciendo a los dos compañeros
pegar un salto tremendo por el susto, y exhalar un gran grito de sorpresa.
-Pero...
pero..... ¿estabas ahí arriba todo el rato? -exhaló
Bergil, sin reponerse de la impresión causada por esa aparición
repentina del hobbit.
-¡Pues
claro! Os había adelantado hace como media hora, y en vista de
que no llegabais, me tumbé justo aquí detrás a
echar una cabezada... ¿es que no me visteis? -replicó.
-Errr...
pues... -Lirno se rascó la cabeza-. Bueno... ejem... quizás
es ya hora de volver a ponernos en camino, no es cierto, compañeros?
-Y dicho y hecho, comenzaron el camino, aunque Bergil no pudo contener
una sonrisa ligeramente maliciosa hacia Lirno, quien trataba de desviar
la mirada.
-De
todos modos, compañeros -comentó Bolco-, eso que decíais
de los hobbits no es del todo cierto... somos gente esforzada, y tan
deportiva como vosotros los humanos; ¿o qué os creéis?
Mira si no el grupo de monte que tienen en Alforzaburgo, el ATS, Asociación
Tuk de Senderismo...
-Emm...
Bolco, no sé si has ido a coger el mejor ejemplo... -terció
Bergil- Si recuerdas, hace como quince días el ATS anunció
en grandes carteles una "Excursión al Taniquetil",
y se trataba de una merienda en la Colina Alta!
-Este...
-carraspeó Bolco, mientras Lirno reía a mandíbula
batiente- Sí, bueno, reconozco que ahí exageraron un poco...
Bueeeno, vale, es verdad, el montañismo no es el hobbit más
popular entre los hobbis... eh... bueno, Balrogs, que me liais!
-En
cualquier caso, mucho meternos con los medianos... pero aquí
tenemos a uno -reconoció Bergil-, mientras que todos los demás
miembros del GAMUNO se han rajado miserablemente!
-Bah,
oye, mira... ellos se lo pierden. -cortó Lirno- ¡Pero nosotros
estamos aquí... en esta maravillosa ascensión, en este
maravilloso día! ¡Hay que disfrutarlo!
-Tienes
toda la razón! -admitió su compañero- ¡Disfrutemos
de este maravilloso paisaje! ¡El monte más alto de toda
Beleriand! Y ahí abajo... ¡mirad, ya puede verse! -Bergil
contemplaba extasiado la ladera Noroeste- ¡¡Miradlo bien!!
-¿A
qué te refieres? -le preguntó Bolco.
-Ahí
abajo... imponente y majestuoso como pocos... esa maravilla de la Décima
Edad... ¡¡¡El Parque Tecnológico de VinyaTech!!!
-Pero......
¿¿pero tú estás bien de la cabeza?? -Lirno
no daba crédito a sus oídos- Estamos en plena ascensión
al Taras, y tú te pones a mirar un absurdo, degradante y gris
edificio?? ¿Pero es que no tienes ni una gota de sangre élfica
en las venas, Bergil? -Lirno señaló hacia el Nordeste-
¡Mira mejor en esta dirección... el Belegaer, Bergil, el
Belegaer! El largo estuario de Drengist, algo cubierto por la niebla,
y las olas acariciando las costas de Lammoth... -"pues la niebla
también es gris", quiso replicar Bergil, siendo acallado
con un gesto -¿No sentís desde aquí los efluvios
del Mar del Oeste? ¿No aspirais su aroma?
-La
verdad es que no, gracias a Eru -sentenció Bolco-. Desde que
Vinyamar arroja todos sus desechos directamente al mar, esta parte del
Belegaer es totalmente repugnante... -¡Y ni tan mal -añadió
Bergil-! Antes los arrojaban a la laguna Linnawen... hasta que han conseguido
convertirla en el "Vertedero Residual Linnaewen".
-Ay...
no tenéis nada de poesía en las venas. Parecéis
enanos -suspiró contrariado Lirno.
-Pues
no te falta razón... yo siempre he estado más atraído
por la tecnología que por otra cosa... lo que pasa es que me
apunté a Hobbitología porque no me dio la nota para la
facultad de Nuevas Tecnologías. Creo que mi sangre es más
bien enana :)
"Sí...
la sangre, será..." pensó frunciendo el ceño
Bolco, mientras elevaba su mirada hacia el 1'90 de estatura de su compañero
Bergil.
-¡Bueno,
bueno, dejémonos de diálogo, y movamos los pies, que aún
nos quedan un par de horas para llegar arriba! -cortó Lirno.
-Bien...
adelante. Por cierto... ¿os habéis apuntado alguno a la
Comisión de Festejos para Yule? -¿La Comisión de
Festejos? ¡Quita, quita! -replicó asustado el semihobbit-
Ni por todo el oro de Doriath me metería ahí... ¿tú
sabes la cantidad de trabajo que va a dar eso? Ni siquiera han empezado
aún, y ya hemos entrado en el mes de Anteyule... Ni hablar, gracias!
-Pues
he oído que el DrEleder estaba de presidente de la Comisión...
pobre hombre, la que le ha caído encima. En fin, seguro que sabe
salirse de ella. Ya veremos qué es lo que nos monta. Y ahora,
basta de charla y arriba!
Y
con estas palabras, los tres compañeros redoblaron la marcha
hacia la culminación de su objetivo.