Baldelosio Prieto

A Baldelosio Prieto le hubiese gustado ser vinatero, como su padre, pero como las viñas las heredó su hermano mayor Bardelino, acabó siendo hobbitólogo. En realidad no es que quisiese ser hobbitólogo, pues tal profesión no existía antes de que él la inventase, sino que se hizo hobbitólogo por despecho.

La historia fue que, cuando eran jóvenes, Bardelino y Baldelosio solían ayudar a su padre con las asuntos de la viña y la bodega. En términos generales, Bardelino se ocupaba de podar las cepas, injertarlas, cuidar que no se las comiesen los bichos, recoger los racimos, pisar las uvas, trasegar el vino, embotellarlo, y alguna que otra tarea más, mientas que Baldelosio se encargaba principalmente de libarlo, por lo general directamente del barril. Decía que era la parte más fascinante de los quehaceres de un vinatero. Así, a pesar de su pasión por el oficio, nunca llegó a comprender los motivos que llevaron a su padre a dejarle en herencia únicamente un olvidado terreno baldío en las afueras de Bree del que no había conseguido deshacerse en toda su vida. Fue por este hecho por lo que inventó la hobbitología: para tratar de entender las razones más íntimas que llevan a un hobbit a comportarse como tal.

Los comienzos fueron bastante complicados, pues no tenía una idea muy clara de lo que, como hobbitólogo, debía hacer. Pero como los demás tampoco sabían ni por asomo lo que era un hobbitólogo, hizo lo que le vino en gana. Al principio empezó fijándose en cosas simples, y enseguida obtuvo sus primeros resultados. Observando a sus vecinos y anigos se dió cuenta que todos los hobbits pueden clasificarse en dos tipos: el 'hobbit que está sentado', y el 'hobbit que va a algún sitio'. Luego, poco a poco, refinó esta teoría añadiendo nuevas tipologías como 'el hobbit sentado delante de casa', 'el hobbit sentado debajo de un nogal', 'el hobbit sentado debajo de un manzano', 'el hobbit que va a la posada', 'el hobbit que se va a la cama' y otros, definiendo así, de alguna manera, la Taxonomía General Hobbítica. Según pasó el tiempo, Baldelosio se dió cuenta de que los distintos tipos de hobbits podían relacionarse entre sí mediante la actuación de lo que llamó 'Imponderables Hobbíticos', que no son más que las ganas que uno tiene de hacer algo. Por ejemplo, serían Imponderables Hobbiticos 'tengo ganas de un pastel de ciruelas' o 'me está entrando sueño'.

Una vez sentadas estas bases, Baldelosio formuló la Teoría General del Ir y del Devenir Hobbit, el máximo fruto de su vida, a saber: 'Todo hobbit que se encuentre en un estado dado dentro de la Taxonomía General Hobbítica y sufra la acción de un Imponderable Hobbítico pasará a otro estado definido en la Taxonomía General Hobbítica '. Veamos un ejemplo: sea un 'hobbit sentado debajo de un nogal' sobre el que actua el Imponderable 'tengo ganas de una cerveza'; este 'hobbit sentado debajo de un nogal' pasa casi inmediatamente a ser un 'hobbit que va a la posada'. Increíble pero cierto.

En su afán de ir todavía más allá, Baldelosio Prieto sentó las bases de la Comarcología, que viene siendo el estudio de los hobbits en tanto que habitantes de la Comarca. Una de sus conclusiones, y sin duda una de las más conocidas, es el concepto de 'Aldea Rural': hoy en día las relaciones entre los hobbits son tan estrechas, los caminos tan anchos y las palomas mensajeras tan veloces, que la Comarca se ha quedado pequeña en términos de espacio vital. Este fue su hallazgo más beneficioso, porque por fin un tal Rosendo Argamasa, de Cricava, un tipo que buscaba su espacio vital fuera de la Aldea Rural en la que se había convertido la Comarca, le compró el terreno baldío que su padre le había dejado en las afueras de Bree.

Cátedra de Hobbitsofía

 
UAN, IX Edad